Gambia es un país pequeño pero muy cómodo y agradable para visitar; y con un nivel de seguridad tal que te permite andar en solitario con tu pinta de turista con tu Rolex por calles poco o muy transitadas, mercados, mercados del pescado, ferry... en el que el único problema con la gente es que no se dejan fotografiar, porque son, a la vez que musulmanes fervientes, muy supersticiosos: paradojas del islam...
Tiene lugares declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO que ya de por sí justifican la visita al país. Puedes estar muchos días de relax, o concentrar lo más importante en unos cuantos días.
Por recomendación del staff de mi hotel, acordé con Alex una corta pero intensa visita a dos puntos fundamentales: el Círculo de Piedras de Wasu y el Parque Nacional del Río Gambia, ambos declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO. Además de visitar pueblos en el camino y sus mercados. También aldeas de construcción tradicional.
Alex tiene acordado el taxi con Ibrahim, que es un conductor muy prudente para el estilo del país; él se da cuenta la preocupación del extranjero y conduce sin darte sobresaltos.
Alex se acopla a tus objetivos; centra el viaje en aquellos puntos interesantes, te completa la explicación e historia de los mismos, pero improvisas parar en un lugar para hacer una visita, como una aldea tradicional que ves por el camino, y lo resuelve muy bien; tiene un excelente talante y es empático; como pèrsona es muy agradable y como guía un gran profesional.
Sin duda, para visitar el interior del País, lo recomiendo totalmente.
Como hay que ser crítico, para ponerle una falta: lo que ofrece como almuerzo resulta ser un simple bocadillo. Pero estás tan a gusto con él que te da igual...
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